lunes, 14 de diciembre de 2009

Pequeña humanidad

¡Oh, pequeña humanidad! Tus lances y fatigas me tienen sin cuidado. Gustosa me cortaré la lengua si vos hacéis lo mismo. Atrapada en tu bucle, mínima porción de la humanidad, volviste tragedia el azar y cuando los escenarios del mundo te fueron negados, construiste una catedral para inmolarte noche a noche frente a un público selecto que en ocasiones fuiste solo tú. No hay futuro para ti, serás eterno retorno, morirás sin unidad de acción, en un intento por perpetuar más allá del tiempo tus afanes cotidianos.